Rubén Hernández

Acompañando Organizaciones para acelerar su crecimiento en la Era Digital

Siempre habrá un imprevisto

Siempre habrá un imprevisto, un acto inesperado, un error, y ante esto sólo podemos estar preparados. Trabajar con propósito, valores, procesos y metodologías que aporten seguridad a las personas que trabajan en la organización para hacer frente a esa imprevisibilidad. A la vez que nos convertimos en una organización que aprende constantemente de todo lo que le rodea, de la experimentación y los errores del día a día, es fundamental para entregar valor y asegurar nuestra supervivencia.

Debemos ser conscientes del entorno en el que vivimos, y ser una organización con un claro enfoque a las personas (empleados, clientes, usuarios, entorno,…), construida con unos valores sólidos que así lo permitan. Para ello son clave la comunicación y la confianza para hacer frente a los retos del siglo xxi.

Debemos ser una organización con un claro enfoque a las personas. Clic para tuitear

Debemos tener un propósito sólido, y ser conscientes de que las organizaciones son seres vivos y no una foto fija, y como tal, la estrategia que nos ayude a alcanzarlo también debe de serlo. Una organización nace, crece, pivota, fluye, retrocede,… Una organización es estrategia, táctica y trabajo, pero también es talento y sobre todo son personas, en un contexto, en un sistema. Una organización necesita tener el rumbo claro, conocer los peligros potenciales y avanzar juntos, comprometidos. Similar a un hormiguero, donde una hormiga por sí sola no parece inteligente, pero cuando la inteligencia es colectiva (y en red), trabajando como un mismo ente, los resultados son abismales.

Una organización es estrategia, táctica y trabajo, pero también es talento y sobre todo son personas.

Cuando ponemos en marcha acciones dentro de las organizaciones, no debemos introducir un mayor número de ideas de las que el equipo puede asimilar, sino queremos llegar al colapso, y esto es uno de los motivos por los que no tienen éxito los cambios organizacionales. Pero debemos tener siempre claro lo que queremos y el tiempo que lo queremos conseguir, siendo parte fundamentar la comunicación de los mismos a las personas implicadas.

Debemos ser conscientes de que por el hecho de pertenecer a una organización no quiere decir que estamos alineados y hablemos el mismo lenguaje. Para ello, la colaboración, la confianza e interacción continua con los que nos rodean resulta primordial para estar alineados, y hablar el mismo lenguaje nos permitirá trabajar como un mismo ente. Esto se debe a que no es lo mismo hablar el mismo idioma o lengua que hablar el mismo lenguaje (palaras que se emplean dentro de esa lengua, cómo usarlas, cómo escribirlas, el tono,…) y si queremos responder con agilidad a la imprevisibilidad del entorno tenemos que estar alineados en este punto.

Debemos actuar introduciendo una determinada “cantidad” de software en la organización (“hardware”) con el fin de ir actualizando el sistema operativo. Clic para tuitear

Al trabajar con personas, nos movemos en un entorno complejo, también por factores externos, debemos aplicar un lenguaje diferente para cada equipo, departamento, persona, etc., dentro de la organización, hasta asegurarnos que están todos alineados y el “sistema operativo” es el mismo para todos, está arraigado en el hardware. Teniendo claro el camino a seguir y las diferencias para cada uno de ellos (personas, equipos, etc.) para alinearlos podemos optar por actuar poco a poco y escalando, o de golpe.

Dependerá de la envergadura del cambio y del grado de madurez de la organización donde implantemos los cambios. Clic para tuitear

En este proceso de cambio, las herramientas son instrumentos que están al servicio de las necesidades de las personas, y no al revés.  Siendo como las muñeras rusas, primero debemos priorizar la cultura, después de equipo, seguido de los individuos y los procesos, y en último lugar las herramientas.

Siempre es así, lo importante son las personas y las herramientas deben adaptarse a ellas. Clic para tuitear

Debemos centrarnos en aportar instrumentos a las personas, en darles conceptos e ideas que puedan manejar para alcanzar el propósito de la organización.

Cada persona debe terminar el día con la certeza de que ha aprendido algo, ha compartido su conocimiento con la organización y todo lo que ha realizado y realizará en el futuro está alineado con el propósito de la organización y los valores sobre lo que se construye esta.

Este Post, como todos los del Blog está en construcción……
Permanente
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Autor Rubén Hernández